PROBLEMAS DE TRÁFICO
Nunca discutas con un irlandés borracho.
El 29 de septiembre de 1956, el cerrajero de Nueva Jersey Thomas Fitzpatrick estaba departiendo con los parroquianos de un bar. La conversación derivó hacia los problemas del tráfico, y Tommy apostó que podría llegar de su domicilio al bar (situado en la parte norte de Manhattan) en quince minutos. Los demás aceptaron la apuesta, pensando que era una victoria segura.
Pero Tommy tenía un as en la manga. Tenía una licencia de piloto, y el aeropuerto de Teterboro estaba al lado de su casa. Así que, a las 3 de la mañana del día siguiente, borracho como una cuba, se apropió de una avioneta de la escuela de vuelo de Teterboro, y lo aterrizó al lado del bar.
El acto no tuvo consecuencias para Tommy, ya que el dueño del avión no lo denunció, pero cuando, de resultas de otra apuesta, repitió la hazaña dos años más tarde, entonces sí que tuvo que pasar medio año en la cárcel. Pero nadie se atrevió a discutirle nada jamás.
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